jueves, 22 de octubre de 2009

El celular podría utilizarse para evitar infartos

El ingeniero norteamericano Martin Cooper, conocido como "el padre del celular" auguró un futuro para el producto de su invención que les cambiará - todavía más - la vida a sus usuarios.

Cooper se manifestó así en rueda de prensa en la ciudad española de Oviedo, donde recibirá el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, que comparte con su compatriota Ray Tomlinson, considerado el inventor del correo electrónico.

"La tecnología inalámbrica, además de darnos la libertad de estar en cualquier lugar, entretiene, educa y el futuro será aún más maravilloso", aseguró el hombre que, en 1973, realizó la primera llamada desde un teléfono portátil a un ingeniero de una empresa competidora para ponerle al tanto de su descubrimiento.

Cooper recordó además que durante su etapa en Motorola, la empresa que desde finales de la década de los años cincuenta investigaba sobre la telefonía, y una vez desarrollada la tecnología que garantizaba su funcionamiento, se encontró con el escepticismo que despierta "cualquier idea novedosa".

Incluso diez años después, cuando comenzaron a comercializarse los primeros celulares, un "caballero" inglés le advirtió de que los americanos como él eran muy aficionados a los gadgets tecnológicos, pero que en Londres "no habría más de dos mil personas" dispuestas a usarlo y que no lo haría "ningún inglés que se precie".

"Hay que hacer caso omiso de los escépticos", enfatizó Cooper, que se presentó ante los periodistas portando uno de los primeros teléfonos móviles que desarrolló, un aparato de casi un kilo de peso bautizado en su momento como "El ladrillo" y cuyas primeras unidades se vendieron en Estados Unidos a casi cuatro mil dólares.

A su juicio, la tecnología inalámbrica puede tener un uso "inadecuado e incluso peligroso, como cualquier otra", pero los aspectos positivos de disponer de la libertad de "no estar atrapados en casa o en el trabajo" superan a los negativos.

De cara al futuro, el ingeniero estadounidense, nacido en 1928 en Chicago, pronostica el desarrollo de usos hasta ahora poco desarrollados para los celulares, como su uso comercial para pagar una factura o sacar dinero de un banco, ya que aún no se ha desarrollado una tecnología en esta área que resulte "cómoda para la gente".

El celular y la salud


En su opinión, una de las principales áreas de desarrollo de la telefonía será la de la salud mediante terminales conectadas a un parche que registre las constantes vitales del usuario y las remita al computador de un centro sanitario, lo que permitiría, por ejemplo, evitar las muertes por infarto.

"Eso sería una revolución para la sanidad" a la que, recordó, los Estados destinan entre el 15% y el 20% de su PIB para curar enfermedades que, en algunos casos, podrían prevenirse.

Cooper, el primero de los ocho galardonados con los Premios Príncipe de Asturias 2009 en llegar a Oviedo, fue distinguido junto a Tomlinson por el desarrollo de unas tecnologías que han contribuido "de manera decisiva al avance del conocimiento".

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