
En un estudio publicado en 'Science', describen dos enzimas cuya eliminación desencadena una serie de alteraciones que culminan con la incapacidad para la reproducción.
"Existen otros genes que cuando mutan pueden bloquear la ovulación u otras actividades involucradas en la maduración de los oocitos o en la formación del cuerpo lúteo. Pero estos son los únicos tan potentes como para bloquearlo todo", explicó JoAnne Richards, una de las autoras del trabajo.
Ella y su equipo centraron su atención en un grupo de moléculas llamadas MAP kinasas, implicadas en muchas vías celulares. Dentro de estas, hay un subgrupo relacionado en investigaciones anteriores con la fertilidad, el formado por ERK1 y 2. Sin embargo, su papel específico en la regulación de los procesos que tienen lugar en el ovario "no se ha analizado ni definido claramente aún", agregan los autores.
Para evaluar la función de ERK1 y 2 en las gónadas femeninas, Richards y sus colegas crearon dos familias de
ratones. Una sin ERK2 en las células de la granulosa (esenciales para el desarrollo folicular) y la otra carecía por completo de ERK1. Después cruzaron a los ejemplares.

Al alcanzar la edad adulta, sus ovarios mostraban folículos preovulatorios pero no cuerpos lúteos, que son aquellos que aparecen después de que se produzca la ovulación. Además, las secreciones hormonales eran anómalas, "indicando la presencia de profundos cambios endocrinos", añaden.
Sólo durante un corto periodo de tiempo, que va de los 30 minutos a las dos horas, ERK1 y 2 se activan para emitir las señales necesarias para que la ovulación sea satisfactoria. Si estas moléculas fallan, el óvulo no madura correctamente.
"Estos hallazgos podrían ayudar a esclarecer la naturaleza molecular que subyace a la patología ovárica y otras condiciones que provocan infertilidad en los seres humanos", concluyen Rajsesha Duggavathi y Bruce Murphy, especialistas en reproducción animal, en un editorial que acompaña al trabajo de Richards.
No hay comentarios:
Publicar un comentario