
Datos científicos disponibles muestran que la mayoría de los pacientes con asma continúa observando cómo esta enfermedad afecta sus vidas en forma cotidiana y considera los síntomas que padece como algo normal.
El asma, en la actualidad afecta, según datos de la Iniciativa Global para el Asma, GINA, aproximadamente a 300 millones de personas en el planeta. La prevalencia de asma se encuentra en aumento y, si bien se reconoce que se puede mantener bajo control en la mayoría de los pacientes, esta enfermedad sigue asociándose con 1 de cada 250 muertes en todo el mundo.
En Colombia, señala la Asociación Colombiana de Neumología y Cirugía de Tórax, la prevalencia de esta enfermedad es cercana a 10.5%, lo que significa, que en nuestro país hay cerca 4.5 millones de personas que sufren de asma.
Cerca del 50% de las veces el asma aparece en edades tempranas, usualmente en menores de 18 años, sin embargo, un porcentaje cercano entre 45 y 50%, aparece después de la adolescencia y en adultos mayores.
Ante esta situación, la Iniciativa Global para el Asma, GINA, y la Organización Mundial de la Salud, OMS, vienen alertando en todo el mundo a médicos y afectados sobre el impacto del asma mal controlado y sobre la necesidad de identificar a los pacientes que no están bien controlados, a fin de reevaluar el tratamiento que están recibiendo.
Tratamientos
Para el tratamiento y control del asma, el médico o especialista puede formular dos tipos de medicamentos: de rescate o control.
Los medicamentos de rescate son usados “a necesidad”. Actúan en forma rápida, abriendo las vías aéreas y aliviando los síntomas asmáticos inmediatos causados por la broncodilatación.
Los de control se usan diariamente, en forma regular y por largo plazo, para mantener el asma bajo control, principalmente por sus efectos antiinflamatorios.
-Presencia regular de síntomas asmáticos.
-Despertares nocturnos debido a los síntomas asmáticos.
-Ataques de asma que requieren internación o necesidad de otro tipo de atención urgente para esta afección.
-Necesidad usual de medicación de rescate.
-Incapacidad de mantener niveles normales de actividad, como por ejemplo, la necesidad de faltar al trabajo o a la escuela.
La evaluación regular del grado de control del asma es fundamental para asegurarse que los pacientes están recibiendo un tratamiento óptimo. El uso incrementado de medicación de rescate (por ejemplo, más de dos veces a la semana) es una señal de alarma de que el asma puede no estar siendo bien controlado e indica la necesidad de revisar el manejo de la enfermedad.
Además, GINA recomienda la evaluación continua del grado de control del asma mediante cuestionarios validados como el Asthma Control TestTM.
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